Reflexión:
Retomando el concepto latino communicare, podemos llegar a la función principal de la comunicación, HACER-COMUN, hacer común es el proceso de comunicación que permite al hombre unificar ideas, vincularse a procesos dentro de cualquier contexto articularlos y encaminarlos a una finalidad.
Con la aplicación de este concepto, donde se encuentra implícita la importancia del comunicador dentro de la empresa del siglo XXI. Importancia que está dada por la administración del capital social de la empresa. Podemos rescatar su papel en la democratización de la información.
Es así como el “gerente de la filosofía organizacional” se constituye como la herramienta clave en el proceso de relaciones públicas, de planeación estratégica, de políticas organizacionales, generando relaciones de confianza duraderas y de alto impacto al interior de la organización.
Es en este análisis en el que podemos “des satanizar” la comunicación organizacional, pues ésta tiene tanta cabida dentro de la comunicación como la tiene el periodismo. Ya que al igual que éste, es una comunicación de conocimiento especifico, con un público objetivo, los ciudadanos corporativos y con un único elemento de estudio. La empresa.
En este orden de ideas podemos concebir la comunicación organizacional como el proceso en el que un comunicador no constituye un gasto dentro de la organización, si no que es una herramienta activa encaminada a salvaguardar la reputación corporativa.
Libardo Andrés Agudelo Gallego.
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